Ontologías y vocabularios controlados
Ontologías
La ontología se ocupa no sólo de los entes, esto es, de lo que existe, sino también de la manera en que se relacionan las entidades que existen. Esta idea de una ciencia que se ocupa de las entidades y de sus relaciones pasó a designar en ciencias de la computación y de la información a un conjunto de definiciones en un lenguaje formal de las clases, tipos, atributos, propiedades y relaciones entre entidades que operan en un dominio dado de realidad y conocimiento. Se trata, en definitiva, de una aplicación práctica del concepto de ontología filosófica.
Lo que el enfoque filosófico y el informático tienen en común es la representación de entidades, ideas y eventos, junto con sus propiedades y relaciones, de acuerdo con un sistema de categorización. Los informáticos, sin embargo, están más preocupados por “cerrar” las ontologías representándolas con vocabularios controlados susceptibles de ser computados.
En este sentido, una ontología es un conjunto de individuos (instancias u objetos); clases (conjuntos, colecciones, conceptos, tipos de objetos o tipos de cosas); atributos (aspectos, propiedades, rasgos, características, o parámetros que objetos y clases pueden tener); relaciones (formas en la cual las clases y los individuos se pueden relacionar unos con otros); funciones (complejas estructuras formadas de cierta relación que pueden ser usadas en lugar de un término individual en una declaración); restricciones (establecen descripciones formales de lo que debe ser verdad con el objetivo de que alguna aserción pueda ser aceptada como entrada); reglas (declaraciones con forma de oraciones si-entonces, antecedente-consecuente, que describen inferencias lógicas que pueden ser derivables de una aserción en una forma particular); axiomas (aserciones, incluyendo reglas, descritas en una forma lógica que incluye toda la teoría que la ontología describe en su dominio de aplicación); y eventos (los cambios de los atributos o relaciones).
Las ontologías son usualmente codificadas usando los lenguajes estándar de ontologías, Ontology Web Language (OWL), que permite describir las clases y su conjunto de atributos. Por ejemplo, la clase 'persona' y sus atributos, tener un nombre, un apellido, un lugar de nacimiento, una fecha de nacimiento, etc… y Resource Description Framework (RDF), un fichero que identifica a un individuo concreto de una clase, como, por ejemplo, 'Diego de Silva y Velázquez', que nació en Sevilla, en tal fecha, fue pintor, etc.
Ontologías de dominio
Una ontología de dominio (u ontología de dominio específico), representa conceptos que pertenecen a una parte específica del mundo y puede considerarse por tanto que gestiona conocimiento altamente especializado. En la medida en la que las aspiraciones ontológicas de las ciencias y tecnologías de la información propenden a cerrar y controlar los vocabularios hasta donde sea posible, las ontologías de dominio específico son un resultado natural de los esfuerzos por representar y computar el contenido de los recursos digitales. En este contexto, el significado particular de un término aplicado a ese dominio es proporcionado por el dominio de la ontología.
Como las ontologías de dominio basadas en conceptos representan los conceptos de su ámbito de aplicación de manera muy específica, normalmente resultan exteriores entre sí.
Hibridación ontológica
Sin embargo, la realidad en su conjunto presenta una notable propensión a la continuidad y los dominios en los que se organiza el mundo suelen ser menos puros o más mezclados que nuestros vocabularios controlados. Es por ello que los sistemas del mundo, como los que son cualquier organización o institución humana, necesitan de ontologías de dominio expandidas u ontologías híbridas, que proceden de la mezcla e integración de diferentes ontologías de dominio en una representación más general. Esto obliga a diseñar ese relato ontológico superior, sobre la base de vocabularios controlados que están construidos sobre diferentes ideas de mundo, a veces diferentes lenguajes y, siempre, desde espacios culturales exteriores o distintos.
Además, mezclar ontologías es un proceso artesanal, que tiene que ver con la ambición de computar un dominio o ámbito de realidad que excede las capacidades de representación de los vocabularios controlados.